Carmen Elena Escarria

Somos una empresa familiar y creo que nos hace únicos mantenernos como un equipo firme en un punto de venta. Eso genera un vínculo de cercanía con los vecinos y los clientes, una proximidad que parte de la jovialidad, el cariño, el buen trato y de ofrecer la mejor solución a la necesidad de cada persona que nos visita.

Los momentos difíciles nos han unido más como familia, y la planeación es lo que nos permite mantener y administrar adecuadamente cuatro puntos de venta en el sur y el oeste de la ciudad. Lo importante no es llenarse de negocios, sino ofrecer y concentrarse en un beneficio específico; por eso, nuestro sueño es darle vida a un centro médico que pueda apoyar mucho más a la comunidad.

Me siento muy orgullosa porque es un patrimonio que se ha construido por partes. Mis padres iniciaron este proyecto de vida y sus hijos hemos continuado la tarea de mejorar cosas que no se tenían en su momento. Todos participamos y esperamos que la tercera generación y las que siguen, continúen con este legado.